...ESTE ES MI POST EMO!
Yo que pensé que no iba sufrir depresión post-cambio de ciudad, por que ya llevo acá un mes y nomás ni signos de llanto desgarrador, ni síndrome del jamaicon y esas cosas. Pero hoy, HOY amanecí diciéndome a mi misma... QUIERO A MI MAMÁ! (awwww).
Y es que, es raro despertar en un cuarto nuevo y sobre todo dormir en un colchón aún no domado y por lo consiguiente extraño. A veces tengo dejá vu's donde estoy entre el sueño y la vigilia y siento que estoy en mi antiguo cuarto y mi corazón late, pero abro los ojos y veo esa pared vacia y mi corazón se apachicha cual ciruela pasa.
Y luego... que me da el
síndrome del jamaicon estaba yo con un antojo de unas ricas quesadillas de queso fresco, recién rayado, para azarlas y comermelas con muucha salsa verde. Pero pura estaca encontre de queso fresco... puro de ese que parece plástico blanco, puajjj. Sufrí.
Para colmo mis grados de paranoia se han disparado a la estratosfera. Si de por si, yo soy dada a los pensamientos catastroficos, el estar en esta ciudad, hace que constantemente viva bajo la sombra de ser asaltada, secuestrada, ultrajada y demás etcs. Si, si, ya sé que van a decir, "nomás no te metas a lugares aca feos", "todo depende de como te muevas" y bla bla bla, peero como pues, si una anda en la zona bonita de polanco y nomás camina 5 cuadras y ya!, ya andas metida en una zona "no-nice" donde corres el peligro de perder hasta los calzones. Y yo, ni en cuenta en que momento vine a cruzar esa delgada línea.
Es realmente desgastante el viajar las distancias entre un destino y otro, siempre hago más tiempo en metro que en lo que hago tramites o mandados... eso cansa y mucho. Así como cansa el estarle buscando similutes a esta, "mi nueva vida" y la otra. Y lo peor, no existen tales similitudes.
¿Que me voy a acostumbrar?... obvio si, soy una persona bastante adaptable y flexible, pero por el momento nada me quita la sensación de desprendimiento repentino, casi, casi sin anestesia. Nada evita que extrañe con madres a mi hermano y la cercanía en la que estaban mis padres. Nada evita que extañe a mis amigos... a mi gente.
... Me urgen unas chelas.
Ya pues...
Fin, huyan.